El otro fútbol

Queremos dedicar este blog al Fútbol Desconocido, a ese que está lejos de las grandes pantallas y los grandes estadios, al que cada domingo siguen unos pocos cientos de personas pero que conserva en su esencia el Verdadero Deporte Rey.

9/10/11

La magia de El Salvador


"Es mejor que yo, es de otra galaxia", dijo en su día Diego Armando Maradona. Que uno de los mejores juagdores de la hisoria diga eso significa mucho. Con esta frase, 'El Pelusa' se refería a su gran amigo Jorge Alberto Gónzalez Barillas, más conocido como 'Mágico' Gónzalez, el mejor jugador de la historia de El Salvador.

Mágico Gónzalez, además, es seguramente uno de los jugadores más queridos por la afición del Cádiz (por no decir el más querido), equipo para el que jugó en los años 80, y en el que dejó un grato recuerdo (todos los homenajes que ha recibido por parte del club andaluz son prueba de ello), sobre todo en los terrenos de juego, ya que su comportamiento fuera de ellos no era para nada el esperado para un profesional. Noches de fiesta descontroladas, retrasos en las horas de llegada a entrenar y demás problemas eran habituales en el comportamiento de este peculiar futbolista. Aún así los aficionados del equipo gaditano le perdonaron una y otra vez, ya que luego les recompensaba con actuaciones maravillosas sobre el césped. Incluso sus mejores actuaciones llegaban tras cometer actos de indisciplina, como en una semifinal del Carranza ante el Barça en la que llegó tarde a jugar, con lo que sólo pudo entrar en la segunda parte del encuentro, marcando 2 goles y dando 2 asistencias para remontar el 3-0 con el que se llegó al descanso.



Los grandes años de fútbol que brindó a la parroquia cadista no sirvieron para que Mágico fichase por un equipo de mayor nivel, a pesar de que le llegaron ofertas de algunos clubs de mayor entidad como la Fiorentina, Sampdoria o París Sant-Germain, las cuales rechazó por quedarse en el sur de España, donde más se divertía. También el Barça quiso contar con sus servicios, y se lo llevó de gira por Estados Unidos, en la época en la que su amigo Maradona jugaba como blaugrana, sin embargo al final desestimaron su contratación por un incidente ocurrido en un hotel californiano. La alarma de incendios sonó, y todo el mundo desalojó el hotel, excepto el salvadoreño, que prefirió quedarse en la habitación acompañado de una mujer.

Su paso por España, (donde jugó también en el Valladolid un año, volviendose a Cádiz porque en tierras pucelanas "hacía mucho frío") no terminó bien, ya que en el año 91 fue acusado por una joven de 22 años gaditana de intento de violación, aunque al final la sentencia sólo le condenó a pagar una pequeña indemnizacion. Gónzalez volvió a su país, a jugar 10 años más con el equipo en que llamó la atención del Cádiz, el FAS, con el que ya había conseguido antes de llegar a España la primera Copa de Campeones de la CONCACAF de la historia del club, y la última que ganaría un equipo salvadoreño. En el FAS se retiró a la edad de 42 años y siguió durante unos años vinculado al fútbol trabajando como ayudante ténico en la MLS, en los Houston Dynamo, trabajo que compaginaba con el de taxista. Después de una temporada volvió a su país.

Además de los grandes recuerdos que dejó en Cádiz, Mágico también jugó para la selección de su país a gran nivel, consiguiendo guiarla al Mundial de España '82, en el que aún perdiendo todos los partidos de la primera ronda, incluida una goleada ante Hungría por 10-1, fue incluido en el once ideal del torneo.

Sin duda alguna Mágico Gónzalez quedará en el recuerdo por sus grandes actuaciones como futbolista, pero también por sus grandes excentricidades fuera del campo, como la de tener a un empleado del Cádiz como encargado de levantarle de la cama cada día. Un futbolista que podría haber llegado a lo más alto y haber jugado bajo las luces de los focos y la fama, pero que no quiso hacerlo, porque se tomó el fútbol como una diversión, como un arte, como una pasión, y no como un trabajo.

"Reconozco que no soy un santo, que me gusta la noche y que las ganas de juerga no me las quita ni mi madre. Sé que soy un irresponsable y un mal profesional, y puede que esté desaprovechando la oportunidad de mi vida. Lo sé, pero tengo una tontería en el coco: no me gusta tomarme el fútbol como un trabajo. Si lo hiciera no sería yo. Sólo juego por divertirme."

En esta última cita, Mágico Gónzalez se define a la perfección. Todo un genio incomprendido e infravalorado.

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